
Entrevista a Marta Sanchez Bret, Directora de WeMind Cluster
9 May 2025
¿Cómo definirías tu trayectoria hasta que llegaste a liderar WeMind Cluster?
Soy una persona con un conocimiento muy transversal. Estoy licenciada y tengo un máster en Ciencias Químicas. Mi experiencia profesional pasa por Corporate en empresas americanas con sede aquí, pero también fuera del país, en cargos internacionales.
He llevado una gran variedad de proyectos, desde gestión de cuentas, a programas de desarrollo, así como proyectos europeos en procesos de digitalización e integración de organizaciones.
Siempre he sido una persona a la que le ha gustado mucho mezclar conocimientos, áreas y hacer que las cosas pasen. En 2014 valoré la propuesta que surgió desde el Ajuntament de Sant Boi de Llobregat de crear un clúster.
Inicialmente surgió como un proyecto local con la necesidad de escribir un plan estratégico para entrar a formar parte del Programa Catalunya Clústers, un espacio con más de treinta años de existencia pensado para definir las estrategias que ayudan a las empresas a ser más competitivas, así como con la colaboración de ACCIÓ, la agencia pública para la competitividad de la empresa catalana, adscrita al Departament d’Empresa de la Generalitat de Catalunya, que también necesitaba aumentar su número de socios.
El proyecto del clúster nació como Clúster Salut Mental Catalunya con 22 socios fundadores y poco a poco fue creciendo en diferentes fases.
Primero hubo una etapa de ideación, seguidamente pensamos y constituimos el ideario, así como la misión, visión y valores y finalmente en 2015 el Ajuntament de Sant Boi de Llobregat nos cedió un espacio, el Palau de Marianao, que hoy en día seguimos manteniendo ya como WeMind Cluster.
Debido a la naturaleza de los proyectos iniciales que conformaron el clúster, junto con las tendencias de mercado y la evolución de la demanda, esta primera asociación estuvo muy versada en introducir la innovación como eje central de su identidad.
Eso sí, siempre desde una mirada biopsicosocial y pensando también en la competitividad de las empresas y la empleabilidad de este sector profesional y su excelencia.
Éramos conscientes de que aquello que impulsábamos suponía un beneficio para aquellas personas y familiares que tenían situaciones de dependencia o sufrían enfermedades.
Inicialmente nos centrábamos más en la vertiente relacionada con la salud mental desde una disciplina médica, pero después nos dimos cuenta de que todo lo que se podía hacer desde la psiquiatría tenía también una mirada holística hacia lo que biológicamente se definiría como sistema nervioso central.
Por lo tanto, observamos que también podíamos dar cabida a proyectos que acompañaban a todas las personas a lo largo de su ciclo de vida, desde la etapa prenatal hasta el final de la vida.
Así, vimos que podíamos abrir el abanico y dar cabida a una gran variedad de proyectos, por lo que tuvimos que cambiar el nombre de Clúster Salut Mental Catalunya a WeMind Cluster. Pensamos que este nombre sería el adecuado porque incluía una visión holística del cuidado. “We Mind” es lo que todos nuestros socios llevan en su corazón, que son las curas, las personas, desde un punto de vista más humanístico; pero también desde un punto de vista de querer incluir ese gran universo de conceptos relacionados con los cuidados, como son el envejecimiento y su relación con la longevidad, el bienestar de jóvenes y adolescentes, la salud mental en el trabajo e incluso las adicciones.
Hoy WeMind Cluster ofrece ese enfoque humanístico con el objetivo de cuidar a las personas en diferentes momentos de su vida gracias a la introducción de innovaciones que también repercuten positivamente en un aumento de la productividad de los diferentes sectores económicos implicados.
¿Cuál es la visión a largo plazo del Clúster? ¿Dónde te gustaría verlo dentro de cinco años?
Me gustaría encontrar una mayor representatividad de proyectos vinculados a la longevidad, que es una parte de los cuidados que pertenece a esta acción biopsicosocial sobre las personas, concretamente sobre las personas mayores, que son, en términos demográficos, un reto muy grande para la sociedad y que representativamente se separan de lo que son los cuidados en ámbitos clínicos y hospitalarios.
Esta integración socio comunitaria de una demografía cada vez más grande, como son las personas mayores, deseamos que se realice de forma sostenida, a través de un amplio espectro de soluciones muy susceptibles a la innovación.
Y es precisamente aquí donde podemos innovar trabajando con otros sectores. Hemos colaborado con arquitectos; con empresas del sector inmobiliario, buscando la manera en que los edificios puedan ser útiles para una mayor autonomía de las personas que los habitan; hemos trabajado con el Clúster de la Nutrición, por ejemplo, para ver cuáles son las claves del envejecimiento saludable a través de la parte nutricional de la ingesta, de cómo la microbiota puede dar resultados positivos en el proceso de hacerse mayor; hemos colaborado también con el INDESCAT, Clúster de l’Esport, para ver cómo la actividad física puede redundar en una mayor longevidad.
Finalmente, todo ello, tiene de forma transversal la incidencia de lo digital, que permite atender todas estas dimensiones con facilidad, ofreciendo una respuesta en ocasiones más humana, más socio comunitaria, pero también con un importante componente de automatización, a través de la monitorización, las videoconferencias, la telemedicina, y el apoyo remoto.
De ahí surge con fuerza el concepto de WeMind, porque la filosofía que deseamos impulsar es la autonomía personal a lo largo del ciclo de vida de las personas, pensando que la innovación debe ser humanística, tecnológica y útil a los usuarios, pero también a la sociedad.
¿Qué rol juega Qualud como partner dentro de WeMind Cluster?
Muchas veces decimos que dentro del clúster tenemos socios estrella, que nacen en un contexto de mercado en el que existe una demanda que no está cubierta, y que tienen la capacidad de realizar un cambio estratégico, de aplicar las competencias y los conocimientos de los que disponen y ponerlos a disposición de esa demanda no satisfecha.
Uno de estos socios estrella es Qualud: una de esas pequeñas startups que ha sabido crecer y comprender de dónde venía, qué mercados debían explorarse y que ha sabido dar una respuesta en tiempo y producto muy adecuada.
Y precisamente esa capacidad de saber hacerlo, creo que los convierte en un referente en la transformación digital en el sector de la salud, concretamente en proyectos de salud mental y longevidad, resaltando, por ejemplo, Kala, la primera app dedicada al acompañamiento integral de la mujer en la transición a la menopausia.
En definitiva, han trabajado estratégicamente en nichos de mercado en los que no existía ninguna solución y han sabido estructurar sus proyectos con colaboración público-privada porque siempre han trabajado junto con instituciones públicas y privadas, universidades, y a partir de aquí siempre han sabido construir una respuesta colectiva útil para la sociedad.
¿Cómo ha sido la evolución de vuestra colaboración con Qualud?
Hemos ido ampliando la colaboración con el paso del tiempo.
La primera vez que los recuerdo físicamente fue a Adrián Dorado, a Eudald Mas y a Irene González, en un 4Y4N, justo a la salida del evento, hace ya tres o cuatro años. Ellos habían realizado el pitch de una app y aprovechamos para reunirnos y conocernos un poco más.
Nos explicaron quienes eran, qué hacían y poco a poco fueron introduciéndose en el Clúster, hasta el punto de ir cerrando diferentes proyectos para distintas convocatorias.
Otro de los grandes valores que aporta Qualud como miembro destacado de WeMind Cluster es que representa a las pequeñas empresas digitales que han ido creciendo a lo largo del tiempo y han sabido encontrar su sitio en el ecosistema del sector sanitario.
¿Destacarías algún enfoque específico de Qualud en el desarrollo de herramientas digitales vinculadas a la salud mental?
Creo que la propia innovación de haber sabido segmentar muy bien. De haber sabido seleccionar muy bien su nicho: acompañar a mujeres en las tres grandes etapas vitales de sus vidas: la adolescencia, la maternidad y la menopausia.
Otro nicho que han sabido trabajar muy bien es la vinculación digital de la historia clínica, desarrollando e iterando software específico de incorporación de datos.
Esta es también otra de las claves del éxito de Qualud: su capacidad de recopilar bien los datos, saber trabajarlos y poder asignarlos correctamente, porque al final todo funciona, pero lo importante es que sea innovador, que te aporte conocimiento con el que no contabas y que te sirva para decidir y que sea confiable.
¿Recuerdas algún otro proyecto que hayáis trabajado conjuntamente con Qualud?
Sí, por supuesto. Se me ocurren dos proyectos de colaboración conjunta: Fit Path y VININV.
FIT PATH es una herramienta digital que conecta el flujo de información entre profesionales del ámbito sociosanitario y los profesionales de la actividad física y el deporte para dar seguimiento a esa actividad física.
Y VININV es una plataforma digital de comunicación bidireccional entre las personas investigadoras y los participantes de estudios. Este proyecto creo que incluso llegó a salir en algún medio de comunicación. Se quedó corto de financiación, pero podríamos intentar repescarlo.
Una de las cosas que más nos ocurren en nuestro sector es que estamos en un ámbito de apoyo a la competitividad y la empleabilidad muy versado hacia el sector industrial, pero a menudo salud e industria son dos sectores que no van de la mano.
¿Qué quieres decir?
Suelen estar vinculados a departamentos diferentes, incluso ministerios diferentes, por lo que cuando buscas apoyos en estamentos industriales a proyectos que dan respuesta a retos de salud, nos encontramos en situaciones que juegan en contra de los clústers de salud.
No somos clústers productores de hierro, ni coches, ni packaging… En este sentido, el sector de la salud es más complejo por la gran cantidad de actores que lo conforman y las disposiciones legislativas regulatorias que se deben cumplir.
Los clústeres necesitamos que las administraciones públicas, como el Departament de Salut, vean que somos competitivos y generamos empleo, porque somos agentes de innovación y generamos PIB, porque impulsamos empresas que generan puestos de trabajo, conocimiento, etc.
Gran parte de los proyectos de innovación que se realizan en el sector de la salud generan un doble retorno de la inversión: un retorno en actividad empresarial, por lo tanto, en ingresos y volumen de facturación, y un retorno que supone un descenso de los costes de la seguridad social, porque si, por ejemplo, las personas entran en programas de prevención, evitas que acaben consumiendo medicamentos, tiempos de visita al médico en centros de atención primaria y su consiguiente derivación a otros especialistas, etc.
Digamos que existe un vacío entre lo que considera el Ministerio de Industria que debe ser un proyecto, y lo que los clústeres de salud consideramos que puede ser relevante.
Por ejemplo, al no ser un clúster farmacéutico, o de MedTech, y no realizar instrumental médico, a menudo los agentes que forman parte de los proyectos de salud mental o envejecimiento son fundaciones privadas, que no tienen ánimo de lucro, pero que sí realizan actividades económicas, porque prestan atención a los cuidados, atienden personas o tienen acuerdos públicos para atender la cartera de la Seguridad Social.
Sin embargo, esta tipología de socio empresarial no entra dentro de los patrones de los sectores industriales porque consideran que, si somos empresarialmente competitivos, la naturaleza de estas empresas no puede funcionar en contextos de fundaciones, aunque, por ejemplo, la mayoría de los hospitales o residencias tengan fundaciones.
¿Cuáles serán las tendencias que desde WeMind veis venir en salud mental y tecnología?
Si me preguntas como Marta, te diré que estamos en un momento de una gran potencia en digitalización, y me da la sensación de que habrá un punto de inflexión en el que encontraremos más soluciones híbridas entre lo físico o digital.
Se acabarán imponiendo porque a nadie le gusta hablar solo con un chatbot. Existe un claim en nuestro entorno que nos recuerda que somos humanos, y cuando atendemos a personas en un entorno de fragilidad o de cuidados vinculados al envejecimiento, la parte humana es muy importante. Debe estar bien apoyada en una pata digital, porque si no, no llega a tener los recursos necesarios para que todo el mundo alcance el grado de autonomía que desea a un precio asequible, pero son momentos vitales en los que no podemos olvidar que necesitamos el contacto humano.
¿Y cuál es tu opinión como WeMind?
Creo que una gran tendencia de futuro estará vinculada al procesamiento y gestión de los datos. De hecho, existen iniciativas como la Estrategia Europea de Datos, que pretende convertir a la Unión en líder de una sociedad basada en los datos a través de un mercado único de datos. El Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública tendrá fondos para impulsar el uso de datos compartidos. Creo que en los próximos dos o tres años nos encontraremos impulsando esta realidad.
¿Qué mensaje o consejo darías a startups o Pymes que lanzan un proyecto vinculado al desarrollo de la autonomía en salud mental, envejecimiento y neurociencias?
Creo que es un sector cada vez más relevante y necesitamos soluciones tanto digitales, como híbridas vinculadas al MedTech, con o sin hardware, reconocimiento de voz y reconocimiento de datos.
Es un sector que tiene potencial, pero es un sector difícil y es una long term run (refiriéndose a la idea de que son proyectos que requieren tiempo y son de largo recorrido), porque existen muchos procesos previos que deben superarse antes de entrar en el mercado, como pueden ser la validación clínica y el cumplimiento de una regulación que por supuesto debe ser estricta.
Este es un sector que, si es capaz de juntar el emprendimiento, adecuada gestión y rigor clínico, puede realizar proyectos muy interesantes.
Además, a muchas startups les gustaría que sus soluciones pasasen a ser parte de la cartera de servicios de las entidades públicas de salud, y aquí debemos reflexionar cuál es el valor añadido que aportan a las soluciones existentes y por qué se debería quitar o cambiar la solución actual por una nueva. Hay que argumentar muy bien no solo que sea igual, si no porqué es mejor.
Hablemos de Brains Journal, la revista para profesionales de la salud mental, las neurociencias y el envejecimiento.
Brains Journal es la primera publicación que abarca toda la cadena de valor del sector. Es una apuesta por la transmisión de conocimiento científico y tecnológico de utilidad para promover la creación, la innovación y la colaboración.
WeMind Cluster es la editora de la revista, que tiene un comité editorial, un jefe editorial y diferentes responsables de sección. Adrián Dorado, Chief Information Officer de Qualud, es el responsable de la sección de innovación de la revista.
¿Cómo empezó la revista?
Lo recuerdo con mucho cariño. Creo que fue en 2016 o 2017 cuando recibimos una solicitud de una estudiante de periodismo que estaba muy interesada en temas vinculados al edadismo y quería hacer unas prácticas con nosotros. Le propusimos realizar una newsletter, o crear un contenido con mayor entidad que el que se podía difundir en redes sociales.
La newsletter fue creciendo. Poco a poco fue aumentando en contenido y el formato boletín se nos fue quedando corto, por lo que además de mantener la newsletter también creamos la revista.
Durante los tres o cuatro primeros números Brains Journal fue el contenedor de una miscelánea de temas, hasta que en 2020 realizamos una colaboración con una editorial médica que realizaba contenidos, y a partir de aquí iniciamos la revista con su nombre, BRAIN, que fue un acrónimo de Business, Research, Ageing, Innovation & Neurosciences. Este acrónimo surgió un día realizando diferentes tareas con mis hijos.
A partir de aquí empezamos con Año 0, número 0. Durante la pandemia por COVID redactamos los estatutos, la misión, visión y valores, con la idea de publicar una revista de divulgación con rigor científico, pero sin llegar a ser un Journal o Paper en el sentido más técnico del término.
El objetivo fue crear un espacio con una visión 360º de todo lo relacionado con la salud mental, las neurociencias, la innovación y la longevidad, pero siempre desde un punto de vista de mercado, de propuestas que pudieran llegar a implementarse para impulsar la competitividad y la empleabilidad. Más adelante, ya sí, incluimos al acrónimo la S de Social.
¿Lo habéis logrado?
Sí, yo creo que sí.
Si tienes una idea y quieres convertirla en realidad, contacta con nosotros sin compromiso. Y si deseas seguir conociendo Qualud, te invitamos a navegar por nuestro blog o seguirnos en nuestras redes sociales en LinkedIn y Twitter.